La estigmatización hacia los jóvenes ha sido una práctica generalizada en muchas sociedades, debido a los comportamientos que esta población tiene, dentro del conjunto del sistema de valores que, para cualquier época, ha sido considerado el correcto.
Salir de los esquemas normativos dictados por la costumbre no ha estado bien visto y la juventud, como nuevo sistema de referentes, no se ha inscrito en la tradición, generando rupturas que han provocado un estado de exclusión o de marginación de los espacios de participación o dialogo público.
En Medellín, los jóvenes se han visto involucrados en procesos de violencia que provocan la propia marginación del dialogo social y, tal vez, quienes han resistido a esos procesos de vinculación al conflicto, encontraron en el arte nuevas formas de reconocimiento y expresión, que posibilitan un entendimiento o una puerta de entrada a sus maneras de ver y entender el mundo. El Hip-Hop ha sido una de ellas.
Este fin de semana, 8 y 9 de mayo, en Medellín, al derecho y al revés, conversaremos con la docente e investigadora de la Universidad de Medellín, Angela Garcés, quien desde hace varios años desarrolla un extenso proyecto de investigación en Culturas Juveniles, que involucra la comprensión del discurso y la acción de los jóvenes que pertenecen a la escena del Hip-Hop en Medellín; sus producciones, sus letras, las formas estéticas de su mundo y la participación política, con la aparición de un sujeto que se reconoce actor del desarrollo, en ejercicio de su ciudadanía cultural.
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