miércoles, 9 de febrero de 2011

Comuna 6 de Medellín


Imagen de la Mesa de DDHH de la Comuna 6, tomada de: www.elcolombiano.com

La Comuna 6 de Medellín está compuesta por los barrios Santander, Doce de Octubre 1, Doce de Octubre 2, Progreso 2, El Triunfo, Mirador del Doce, Picachito, Picacho, San Martín de Porres, Pedregal, La Esperanza y Kennedy. Allí tienen asiento muchas organizaciones sociales y culturales que trabajan por el desarrollo del territorio.

Este fin de semana 12 y 13 de febrero, nuestro invitado a Medellín, al derecho y al revés es Carlos Arcila, coordinador de la Mesa de Derechos Humanos de la Comuna 6, que comenzó como una inciativa de varias organizaciones para conmemorar el magnicidio del líder y defensor de los Derechos Humanos, el abogado Jesús María Valle Jaramillo, para lo cual comenzaron una serie de actividades en las distintas Instituciones Educativas de la zona y terminaron por tener un colegio que fue bautizado con el nombre del lider asesinado.

A pesar de los riesgos que corrían los integrantes de la Mesa por desarrollar su labor en un contexto hostil, perseveraron y lograron construir acciones en el espacio público para reivindicar la vida y sentar un precedente para la recuperación del tejido social en la Comuna.

Recomendamos visitar: http://www.comunadocedeoctubre.org

Plan Piloto de Medellín


Del programa con la arquitecta Beatriz Jaramillo, autora del libro: Medellín, construcción de una Ciudad.
Imagen tomada de: ciudadyterritorio.wordpress.com


(...) El Plan Piloto fue el gran plan de desarrollo que se hizo para Medellín a partir de 1947, más o menos, se aprobó en 1951 y las primeras aplicaciones se hicieron aproximadamente en 1959; era un Plan bien importante con un equipo de arquitectos importados: Paul Wiener y José Luis Sert y, otros de acá que, en mi opinión, se ajustaba a los parámetros que se habían definido al nivel internacional en la arquitectura moderna y era olvidarnos de que Medellín existía y que hay un terreno nuevo, así que haremos un Medellín nuevo, ahí es donde fue grave el cambio de Medellín.

Así que, a partir del Plan Piloto, ya Medellín no tendría su centro en el Parque de Berrio, sino que sería en La Alpujarra y tuvo sus problemas de zonificación porque el centro ya no era ese mixto donde había industria, vivienda, instituciones educativas, sino que es el centro del comercio, así que la vivienda se expande, se va a otras partes y, está comprobado en todos los lugares del mundo que, donde la vivienda desaparece, el Centro desaparece, en la medida en que se deteriora y cambia sus usos, así que no hay identidad con ese centro, porque no es el sitio donde yo vivo, donde puedo caminar, donde puedo ir a visitar a mis amigos, ir al almacén que tengo cercano, es decir, cambia la relación con el lugar.

Jardin Botánico de Medellín


Por Medellín, al derecho y al revés vino de visita Clara Inés Restrepo, actual directora del Jardín Botánico de Medellín y nos contó la historia sobre esta transformación indispensable para la ciudad, ya que hace parte de todos los nuevos complejos urbanísticos que integran la llamada zona norte y que le dieron una nueva cara a un sector que, a pesar de su descomposición provocada por años de abandono, significó mucho para el imaginario de varias generaciones, ya que fue el lugar de lo que se llamó el Bosque de la Independencia; hasta allí llegaba el tranvía por toda la calle Carabobo.

Hoy el Jardín Botánico es un espacio para el disfrute de todos, donde podemos acceder, no sólo a la naturaleza, sino también al Mariposario, un excelente restaurante y el mejor centro de documentación sobre botánica en Medellín. Recomendamos visitar: http://www.botanicomedellin.org/

Barrio Buenos Aires


Tomado de: Ramírez, Casas Orlando. Buenos Aires, Portón de Medellín. Ed. Silaba y Alcaldía de Medellín, 2009. p, 19
Imagen tomada de: http://ntc-narrativa.blogspot.com

(...) El viajero que llegaba a Medellín desde oriente, o el que quería salir, debía trasponer un portón de hierro forjado importado desde el Reino Unido en barco, transportado en vapor por el río Magdalena; traído a lomo de mulas por los quiebres de las montañas; hasta verlo instalado donde su comprador lo había soñado. La presencia de sus arabescos recortándose contra el sombrío de los árboles al fondo, dio nombre a ese lugar: La Puerta Inglesa.

Los viajeros debían atravesar la finca Miraflores, por donde don Carlos Coriolano Amador permitía el camino de servidumbre. Hasta el sol, en los días de mi niñez, debía pasar primero por esa puerta antes de antes de llegar a mi casa. La Puerta Inglesa venía a ser, pues, El Portón de Medellín y el acceso al querido Buenos Aires desde los municipios del oriente, cuyos migrantes se hicieron multitud por sus calles. Mi padre Delio, mis tíos Carlos y José, y otros parientes, fueron otros tantos que cambiaron las frías mañanas cubiertas de neblina de La Ceja por el cobijo acogedor de la ciudad de Medellín. Vivir en Buenos Aires era como seguir teniendo a su pueblo ahí, detrás de la montaña".