lunes, 20 de junio de 2011

Agustin Goovaerts

Medellín: patrimonio y memoria


"Lo cierto es que desde los años veinte la demolición fue una actividad bastante elogiada, auxiliada por los incendios, premeditados o no, que permitieron levantar las nuevas edificaciones reclamadas por la clase dirigente, los comerciantes, banqueros y demás miembros de la élite, con el aplauso seguro del pueblo. Así hasta llegar a finales de los años sesenta cuando se demolió el edificio Gonzalo Mejía -formado por el Teatro Junín y el Hotel Europa-, el ejemplo clásico o paradigmático de las demoliciones en Medellín.

Ubicado en la esquina de Junín con La Playa se construyó en los años veinte por iniciativa de Gonzalo Mejía, de ahí su nombre. El diseñador fue Agustín Goovaerts, un arquitecto belga llegado en 1920 y quien permaneció en la ciudad hasta 1928. Gran conocedor de la estilística europea acudió al Art Nouveau, para edificar uno de los más interesantes ejemplos de esta arquitectura en América Latina, no un mero pastiche como pensarían algunos o ejemplo del estilo "pastelero", como irónicamente llama Jacques Aprile a algunos de estos edificios.

En la esquina, aparentemente había una vieja e inservible casona Colonial. Lo que es falso. la casa demolida, de propiedad de una familia de apellido Jaramillo, era parte de la renovación arquitectónica ocurrida en la ciudad en el último cuarto de siglo XIX. Siempre se ha querido negar este período como de cambio, con nuevas aportaciones y simplemente señalar que antes no había nada. Pero desde los años setenta del siglo XIX hubo una modernización arquitectónica bastante significativa, la que siempre se ha ocultado o menospreciado para con esto argumentar con mayor facilidad la demolición. No había nada que valiera la pena, simples cosas viejas, sería la premisa".

Texto Tomado de: Gozález Escobar, Luis Fernando. Memoria y Patrimonio en Medellín en: Historia de las Ciudades e historia de Medellín como ciudad. Ed. Corporación Región, 2007.
Fotografía: ColArte