miércoles, 21 de abril de 2010



La celebración del día de la tierra, trae consigo múltiples reflexiones para el mundo, por los últimos acontecimientos que se han presentado en distintos lugares como Haití, China, Islandia y Chile. 

La conservación de los recursos naturales, la pedagogía para amplios sectores de la sociedad frente a los temas medioambientales y, exigir mayor responsabilidad por parte de los gobiernos y las grandes empresas productoras, son una necesidad inaplazable para el planeta.  

Dentro de las responsabilidades, el hecho de generar ciudades mucho más saludables, confortables y en equilibrio con su medio ambiente, debe convertirse en la prioridad número uno de los desarrollos urbanos actuales. 

Medellín es hoy una de las ciudades más contaminadas de América Latina, junto con Ciudad de México, Santiago de Chile, Ciudad de Guatemala, Sao Paulo, Guadalajara, Managua, Rio de Janeiro y La Paz.   

Por este motivo, los esfuerzos públicos y privados en la ciudad, son prioridad en las políticas públicas del desarrollo local ambiental. El día sin carro, las campañas de reciclaje, las implementación de espacios verdes como el Parque Arví y los planes comunales ambientales, son un avance, pero la planeación en espacios públicos "duros", por ejemplo, no ha sido coherente con el equilibrio ambiental. 

En Medellín, al derecho y al revés, un programa sobre la ciudad sostenible, sobre la situación actual de la ciudad en materia ambiental, sus planes, programas y proyectos en torno al tema y, también, sus potencialidades en el aprovechamiento de recursos naturales.                  

3 comentarios:

  1. No nos olvidemos de el manejo de los residuos solidos en la cuidad de medellin, de el manejo de los residuos que podemos reciclar y/o reutilizar, ya llevamos un relleno saniario que se cerró y que debia funcionar unos tres años mas , ahora llevamos un vaso el de la pradera lleno, se piensan abrir el de la musica . tomemos consiencia de los residuos innecesarios qeu estamos produciendo.

    ResponderEliminar
  2. Hola, estaba pensando en salir a un supermercado e irme en bicicleta, pero, como amenaza agua, me puse a darle vueltas al dial mientras espero a ver qué pasa con la lluvia o no lluvia. Dándole vueltas al dial y por una genial coincidencia cai en su emisora. Coincidencia porque estaba pensando, me voy en cicla pese a estas calles tan poco amigables con los ciclistas, me llevo mi bolsa de fique, aunque en el supermercado (ese que ahora nos quiere vender risas, besos y un montón de lugares comunes apretados en 5 letras) adonde voy siempre me ponen problema porque no me dejo empacar todas las bolsas plásticas que ellos quisieran.
    Viví varios años en una fría ciudad del norte de Europa. Me aburrí como ostra, me harté de los cielos y los corazones grises de esa ciudad y decidé volver a Medellín. Sin embargo, aquella ciudad es un paraíso verde sin parangón. Y las ciudades europeas en general son verdes, amigables con los ciclistas, con los peatones, con el aire, con el silencio, con el agua, cosas que los políticos colombianos no ven cuando visitan el viejo continente y en cambio traen ideas sobre nuevos edificios, nuevos desiertos de cemento.
    (al margen de todo: se les oye tan mal la emisora cuando hablan con un invitado por teléfono. Ana tiene de fondo un rugido felino).
    Lo de los árboles me entristece mucho, hacen falta miles de árboles (cómo sería tumbar edificios y sembrar árboles, matas, flores!)Hacen falta vías para las bicicletas. Falta que nuestros conductores vuelvan a la época en que iban a pie y aprendan a respetar a los que caminan. Esto a muy pocos les duele, las autoridades encargadas no le paran bolas. Hace falta silencio. Los que podrían impedir que los carros lleven mofles bullosos no dicen nada. Los conductores no respetan ninguna señal y las autoridades parecen creen que las señales de tránsito son adornos para cuando llegan los turistas.
    En fin, cinco años viviendo en una ciudad donde el sol sale un mes al año y las máximas temperaturas (30 grados celsius) solo ocurren durante dos semanas pudo haberme bajado la tolerancia al calor, pero tengo la impresión de que Medellín ya es tan caliente como era la costa hace 10 ó 20 años. Cinco años en una ciudad donde la bicicleta es la reina, donde la cantidad de árboles registrados es 4 veces mayor que la cantidad de habitantes, todo esto puede haberme hecho más intolerante con la contaminada Medellín, pero cuando oígo programas como el suyo pienso que la cosa sí ha empeorado. Ojalá tomemos conciencia, ojalá aprendamos, ojalá los que hacen las leyes nos obliguen a respetar el medioambiente, ojalá los dueños de la plata contribuyan no solo con plata sino con acciones.

    Felicitaciones por el programa

    Jorge L.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias a Jorge y a Regalo Perfecto por sus comentarios y sugerencias con respecto al programa. Esperamos que continúen acompañándonos...

    ResponderEliminar