Los viejos parrandeaderos de la
ciudad y del Valle de Aburrá, reaparecieron en la memoria, con el invitado Hugo
Bustillo, historiador de barrios y de bares. El hotel Nutibara, el Tambo de
Aná, los Jardines Clarita, Tres Jotas, Primavera, Covadonga, Grill El Patio,
entre otros lugares de música y diversión desfilaron en nuestra aventura del
aire.
Capitanes del Aire Rei y Danny:
ResponderEliminarSe nos enmochilaron en el centro, los compadres del Jai Alai, la Luciérnaga y el Pigal (nombre tomado de el Pigalle ese barrio prohibido, nocturno y llamativo de todos los ambientes parisinos).
En Manrique Palos Verdes aunque al final lo llamaban Palos Maduros ubicado en Manizales con la Avenida Gardel y cinco cuadras más arribita,en la cra 41 entre calles 71 y 72, como centinela vigilaba Altos de Jalisco y esa cuadra de la carrera era la que llevaba el alegre nombre de la Calle de la Pachanga.
Al sur estaba Careperro, la Universidad del Porro, era el famoso estadero que dio vida al sector por la antigua salida de Belén Rincón hacia Guayabal; muy pegadito a la Hondonada, y que hoy elegantemente sus alrededores tomaron en nombre de barrio Betania. No podemos despedirnos de Belén sin recordar al legendario Café Amarillo, en San Bernardo y su calle 26.
En el barrio Miranda chicaniaba la inolvidable Esquina del Movimento, en la cra 51 con calle 79 y sobre esa misma línea pero al sur de la ciudad nos despide el m{itico Carruseles donde las galladas de los barrios San Diego, Colombia y Barcelona; se reunían a tirar paso.
Pobablemente faltarán muchos de estos regocijantes espacios que están en la memoria y el recuerdo de quienes los vivieron y conjugaron en su tiempo.
Con un abrazo, Hugo Bustillo Naranjo.